• Hechos, capítulos 18 al 20
"Considero que mi vida carece de valor para mí mismo, con tal de que termine mi carrera con gozo, y cumpla el encargo que el Señor Jesús me dio de anunciar el evangelio de la gracia de Dios." (Hechos 20:24)
Estas fueron las palabras con que se despidió el apóstol Pablo de la iglesia de Efeso. El sabía que luego le esperaban prisiones, tribulaciones y mucho sufrimiento, pero estaba dispuesto a enfrentar todo eso con tal de cumplir fielmente su servicio a Dios y terminar con gozo la obra que El le había encomendado.
Cada cristiano tiene una carrera por delante que completar, y un mensaje de salvación que anunciar a este mundo; corramos de manera que lleguemos al final con nuestros ojos puestos en Aquel que nos llamó a servir en Sus propósitos eternos. Corramos anunciando las virtudes de quien nos fortalece, nos anima y consuela, y aumenta día a día nuestra fe para no desmayar.
Corramos hermanos con diligencia, sin desmayar, animándonos unos a otros, y recordando la esperanza gloriosa de vida eterna que espera por todos nosotros. Fiel es quien nos ha llamado, seamos fieles nosotros también.
◘
DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas. Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas. Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21
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