DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

9 de enero de 2011

Nuestra lectura de hoy, domingo 9 de enero

1 Timoteo, capítulos 1 al 3

Hay un sólo Dios, y un sólo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos. (1 Timoteo 2:5)

Todo otro nombre que invoquemos o en quien pongamos nuestra confianza para relacionarnos con Dios pasa a ser un intermediario, y la Biblia dice que hay sólo uno: Jesús. No hay santos que puedan actuar a favor nuestro, ni vírgenes, ni María. Pecamos contra Dios cuando invocamos otros nombres y les elevamos nuestras oraciones a ellos. Es en vano, y es un camino equivocado que ha confundido y atrapado a multitudes en el mismo error.
Hay un sólo Dios, y un sólo mediador, Cristo. El es el camino para llevarnos al Padre y reconciliarnos con El. Nadie más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario