DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

18 de marzo de 2010

Nuestra lectura de hoy, jueves 18 de marzo

Jueces, capítulos 18 al 20

En la época de los jueces, los israelitas aún no tenían rey y, lamentablemente, cada uno hacía lo que le parecía. (Jueces 17:6, 21:25)

Cuántos viven hoy haciendo lo que les parece, guiados por los deseos de su corazón...

Jesús dijo: "Busquen primeramente el reino de Dios..." (Mateo 6:33)

Dios es Rey. El es el Rey de reyes, y Su reino trae justicia, paz y gozo al corazón de quienes aceptan Su gobierno.
En el corazón donde no reina Dios, reina el pecado...

Vivir sin tener en cuenta a Dios, es pecado... Los que ignoran a Dios, son entregados a las concupiscencias de sus corazones, a pasiones desordenadas y vergonzosas, a una mente reprobada, atestada de injusticia, inmoralidad y maldad. Este es el extravío de los que no aceptan el reino de Dios en sus vidas y prefieren seguir viviendo de acuerdo a lo que 'mejor les parece'. Su fin es la separación eterna de Dios. (Romanos 1:21-32)

La Biblia dice que para entrar al reino de Dios es necesario 'nacer de nuevo'. Este nuevo nacimiento es espiritual, lo produce el Espíritu Santo en el corazón de quienes creen que Jesús es el Cristo (nuestro Salvador).

"Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios." (1Juan 5:1)

Ya no es un hijo del diablo, sino de Dios.

Y los que somos hijos de Dios, ya no hacemos lo que nuestro corazón manda, sino que obedecemos Su Palabra y vivimos de acuerdo a ella, procurando agradar en todo a nuestro Padre.

El que no nace de nuevo, no puede recibir ni conocer las cosas del Espíritu de Dios. (1Corintios 2:14)

Busquemos el reino de Dios, y permitamos que se fortalezca cada día más en nuestro corazón!!

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