DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

19 de marzo de 2010

Nuestra lectura de hoy, viernes 19 de marzo

Jueces, capítulo 21
Rut, capítulos 1 y 2


El libro de RUT, narra la historia de una joven moabita, viuda de un israelita, que dejó su nación y abandonó sus costumbres paganas para adoptar como suyos al pueblo y al Dios de Israel.


En medio de la aflicción y de la soledad causada por su viudez, ella buscó refugio en Dios... y Dios la amparó. (Rut 2:12)

Su fe y devoción fueron recompensadas... Con el tiempo, Rut volvió a casarse con otro israelita: Booz, de la tribu de Judá. Y tuvieron un niño: Obed, que fue el abuelo de David, el rey de Israel de cuya descendencia vino a nacer Jesús.

Al igual que Rut, hagamos de Dios nuestro refugio en los tiempos de adversidad. Acudamos a El, esperemos en El... Y confiemos en sus planes, que son mucho mejores que los nuestros!

"Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. No temeremos, aunque la tierra sea removida... aunque brame el mar y se turben sus aguas... aunque tiemblen los montes, nuestro refugio es Dios. En El confía nuestra alma y en la sombra de Sus alas nos ampararemos." (Salmo 46:1-3, 7; 57:1)

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