DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

30 de diciembre de 2010

Nuestra lectura de hoy, jueves 30 de diciembre

2 Corintios, capítulos 12 y 13
Gálatas, capítulo 1

Examínense para ver si están en la fe; pruébense a sí mismos. (2 Corintios 13:5)

Examinemos el camino que hemos transitado en este tiempo, las decisiones que hemos tomado, las cosas que hemos realizado, las expectativas que tenemos para el futuro... Fijémonos si todo esto concuerda con la voluntad de Dios. Busquemos que se extienda Su reino en nuestras vidas, que nuestro corazón sea gobernado por el Rey en todas las áreas.
Arrepintámonos de lo que hicimos separados de El, sin consultarle, o sabiendo que no le agradaba...
Estemos a cuentas con Dios, El es nuestro Padre que nos ama entrañablemente y no permitirá nada impuro en nuestras vidas. El quiere santificarnos cada día más, para hacernos semejantes a Jesús, su amado Hijo. No resistamos Su obra en nuestro corazón.
Volvámonos de todo camino errado, de toda amistad con el mundo, de todo deseo por lo que no conviene ni edifica. Levantemos nuestros ojos a Cristo y clamemos a El para que Su sangre nos limpie y quite las manchas que ha dejado el pecado en nuestra alma. Bebamos de la Fuente de Agua Viva, saciemos nuestra sed espiritual en el Señor, pongamos nuestra mirada en lo que es eterno, porque el mundo pasa, año tras año, pero el que hace la voluntad de Dios permanecerá para siempre y heredará el reino de los cielos.
No perdamos la batalla de la fe, no abandonemos la carrera, no nos decuidemos ni nos entreguemos a vivir como el mundo que anda en oscuridad. Afirmémonos en la Roca eterna, firme, e inconmovible que es Cristo y heredaremos la vida eterna junto a El.
Asegurémonos que cuando en el cielo pasen lista... nuestro nombre también esté!!!

1 comentario:

  1. amèn que podamos examinar nuestros corazones a la luz de la palabra de Dios,al ejemplo de Jesùs,a la comuniòn con los hermanos,al crecicmiento en nuestra relaciòn con Dios en su fidelidad,nuestra obediencia a sus mandamientos,nuestro amor haciendo memoria de su obra en nuestras sencillas vidas.Paz

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