DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

13 de septiembre de 2010

Nuestra lectura de hoy, lunes 13 de septiembre

Jeremías, capítulos 21 al 23

Ay! de los pastores que apacentaron el rebaño del Señor sin cuidado, permitiendo que Sus ovejas se pierdan y se dispersen, infundiéndoles temor y despreciándolas. No fortalecieron a la débil, ni curaron a la que estaba herida, ni volvieron al redil a la descarriada, ni buscaron la perdida... Sino que se apacentaron a sí mismos y se enseñorearon de ellas con dureza y con violencia.

Y ay! de los profetas que no han hablado verdad y que no hicieron volver al pueblo de su mal camino e impiedad. Hablaron de su propio corazón y les alimentaron con vanas esperanzas, haciéndoles errar.
Si ellos hubieran acudido al Señor, habrían recibido y escuchado Su palabra y hubieran permanecido en Su consejo y Su verdad.

El Señor mismo reunirá a Su rebaño, y lo apacentará en buenos pastos, pastos suculentos; y le dará un refugio seguro. El fortalecerá a las que están débiles y vendará sus heridas.

El Señor está buscando a Sus ovejas perdidas para hacerlas volver al redil. No teman regresar, porque El es el Buen Pastor. (Jeremías 23 / Ezequiel 34)

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