DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

12 de septiembre de 2010

Nuestra lectura de hoy, domingo 12 de septiembre

Jeremías, capítulos 18 al 20

"Como el barro en la mano del alfarero, así somos nosotros en Su mano..." (Jeremías 18:6)

Nunca había visto a un alfarero modelar el barro y convertirlo en una vasija. Busqué entonces un video y aquí les comparto uno de los tantos que encontré. Me asombró ver con cuánta facilidad el alfarero le da forma a la arcilla entre sus manos sin que ésta se resista. Es precioso verlo trabajar y, mientras, reflexionar en la obra que nuestro Gran Alfarero realiza en la vida de quienes se han depositado en Sus expertas manos. Que podamos ser dóciles en ellas, permitiendo que nos den la forma que a Dios le agrade, la forma de Su amado Hijo: Cristo Jesús.


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