DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

4 de agosto de 2010

Nuestra lectura de hoy, miércoles 4 de agosto

Proverbios, capítulos 18 al 20

"Torre fuerte es el nombre del Señor; a El correrá el justo, y será levantado." (Proverbios 18:10)

Tenemos un lugar seguro donde acudir para resguardarnos durante las pruebas y aflicciones; el Señor es una torre fuerte para los que confían en Su nombre.
Si las penas nos invaden, si la fe se ha debilitado, si el alma está agobiada, si hay desánimo, cansancio, luchas, desesperanza, o se ha desgastado nuestra armadura... corramos a nuestra torre fuerte para buscar al Señor. Allí seremos fortalecidos, restaurados, animados, levantados una vez más...
Necesitamos Su presencia para vivir, así como el aire que respiramos cada día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario