DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

2 de agosto de 2010

Nuestra lectura de hoy, lunes 2 de agosto

Proverbios, capítulos 12 al 14

"El que guarda su boca, guarda su alma." (Proverbios 13:3)


Cuidemos el depósito que estamos haciendo en nuestro corazón, porque de lo que abunda allí, hablarán nuestros labios. (Mateo 12:34)

Ninguna palabra corrompida salga de nuestra boca, sino la que sea buena y oportuna para edificar y bendecir a quienes nos escuchan (Efesios 4:29). Porque en el día de juicio daremos cuenta de toda palabra ociosa que hayamos dicho. Por nuestras palabras seremos justificados, y por nuestras palabras seremos condenados... (Mateo 12:36-37)

Refrenemos nuestra lengua de hablar lo que no es conveniente. No maldigamos, alejémonos de los chismes y murmuraciones, no digamos palabras groseras, ni participemos en conversaciones necias por su contenido liviano.
Los que hemos nacido de nuevo, honremos a nuestro Padre con nuestra manera de hablar.

Que los dichos de nuestra boca y la meditación de nuestro corazón, sean agradables delante de nuestro Señor... Su Espíritu Santo es nuestra ayuda para poder lograrlo!

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