David amaba a Dios y buscaba honrar y engrandecer Su nombre.
Y Dios vio con agrado esta actitud de su corazón y quiso hacer un pacto con él, prometiéndole Su misericordia y afirmando su reinado para siempre.
"La comunión íntima de Dios, es con los que le temen,
y a ellos hará conocer Su pacto." (Salmo 25:14)
Esta cercanía al corazón de Dios y a Sus pensamientos, está reservada para los que temmen Su nombre. Los que le obedecen son Sus amigos y a ellos El se dará a conocer en la medida en que lo busquen.
¿Por qué me llaman Señor, Señor, y no hacen lo que les digo? (Lucas 6:46)
La amistad con Dios requiere obediencia a Su Palabra.
Muchos conocen 'de Dios' pero no conocen 'a Dios'. Les han hablado de El, y se han formado preconceptos y creencias en ellos, pero todavía no se han acercado a Dios por medio de Jesucristo para conocerle realmente y tener una relación personal y de amistad con El.
Muchos otros dicen conocer 'a Dios' pero no le obedecen ni andan de acuerdo a Su voluntad... con sus hechos lo niegan... (Tito 1:16)
Bienaventurado el hombre que teme a Dios, y anda conforme a Sus enseñanzas.
Bienaventurados los que guardan Su Palabra, y siguen Sus caminos buscando al Señor con todo el corazón... (Salmo 112:1, 119:1-3)
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