DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

10 de abril de 2010

Nuestra lectura de hoy, sábado 10 de abril

1 Reyes, capítulos 7 al 9

"El Señor Dios incline nuestro corazón hacia El,
para que andemos en todos Sus caminos,
y guardemos Sus Palabras.
Sea perfecto nuestro corazón para con Dios,
guardando y obedeciendo Sus enseñanzas."
(1 Reyes 8:58, 61)
Si hemos pecado contra Dios haciendo lo que es malo delante de sus ojos, ignorando Su Palabra, albergando falta de perdón en nuestro corazón, realizando nuestra voluntad en vez de la Suya... Si nos hemos desviado de la Verdad, si hemos perdido nuestra comunión con Dios y se ha enfriado nuestro amor por El; si nuestros ojos en lugar de estar puestos en Cristo, están puestos en las cosas de este mundo... Es hora de volvernos otra vez al Señor e inclinar nuestro corazón hacia El. Es tiempo de reconocer nuestra falta y arrepentirnos de nuestro pecado para que El nos perdone.
Que nuestro corazón se convierta por completo a Dios!
Cristo viene pronto a buscar a Su iglesia amada; dejemos de pacticar el pecado, busquemos a Dios, mantengámonos 'velando y orando' porque Su venida está muy cerca!!
No sea que ese día venga sobre nosotros y nos encuentre desprevenidos, preocupados y afanados por las cosas de esta vida...
Arreglemos nuestras cuentas con Dios! Purifiquemos nuestras vidas; porque la iglesia que se va con Cristo es santa, sin mancha ni arruga... (Efesios 5:27)
Ahora es el momento de arrepentirnos y ser lavados y emblanquecidos en la sangre del Cordero.
Vivamos en santidad, porque Dios es santo... Sin santidad no podremos verle... (Hebreos 12:14)
"El fin de todas las cosas se acerca;
sean sobrios y estén velando en oración."
(1 Pedro 4:7)

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