• 2 Reyes, capítulos 18 al 20
"Aunque pase por el más oscuro de los valles, no temeré peligro alguno, porque tú, Señor, estás conmigo." (Salmo 23:4)
"En el día que temo, yo en ti confío.
En Dios he confiado; no temeré; ¿qué puede hacerme el hombre?" (Salmo 56:3-4)
Ezequías fue uno de los pocos reyes que se mantuvo fiel a Dios haciendo lo recto delante de Sus ojos; igual que David.
Sus enemigos vinieron a hablar contra él delante del pueblo para atemorizarlo y vencerlo... Las palabras de ellos provocaban desánimo, duda, temor... Pero Ezequías, en lugar de escucharlos, presentó la situación delante del Señor y puso su esperanza en El. Y Dios lo salvó y sus enemigos fueron derrotados.
El adversario de nuestras almas, contínuamente habla a nuestros oídos a través de pensamientos o de otras personas, para infundirnos temor, desesperanza, desánimo, incredulidad... Si él logra captar nuestra atención, logrará su objetivo: debilitarnos y robarnos la fe. No escuchemos su voz; alimentemos nuestras mentes con la Palabra de Dios y resistámosle con ella cada vez que nos susurre sus mentiras.
Presenta tus dificultades delante del Señor, lleva tu ansiedad delante de El. Invoca Su nombre en medio de la angustia. Recuerda Sus promesas y sigue confiando en Su Palabra. El te salvará. No temas!
◘
DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas. Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas. Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21
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