DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

31 de marzo de 2010

Nuestra lectura de hoy, miércoles 31 de marzo

2 Samuel, capítulos 1 al 3

Luego de la muerte de Saúl en la guerra, las circunstancias de David cambiaron... Después de tanto sufrimiento y quebrantamiento, comenzó a ver el cumplimiento de la promesa que Dios había hecho sobre su vida. (2 Samuel 2:1-7)

Los sufrimientos que padecemos por agradar al Señor transforman nuestro corazón, y nos muestran el amor de Dios corrigiéndonos y enderezando nuestras vidas para que seamos semejantes a Cristo.

La 'herida' que nos causa Su corrección, Sus manos también la curan. (Job 5:18)

Para David llegaron nuevos tiempos: regresó a su tierra, se reencontró con su familia y fue proclamado rey sobre Judá. De pronto su tristeza se convirtió en alegría... la salvación de su Dios había llegado!!

Soportemos las pruebas con valor. Confiemos en el Señor y El nos salvará; y entonces nos alegraremos y gozaremos en Su salvación. (Isaías 25:9)

Dios es fiel y Su Palabra es verdadera!!

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