DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

28 de marzo de 2010

Nuestra lectura de hoy, domingo 28 de marzo

1 Samuel, capítulos 23 al 25

Antes de tomar decisiones, David consultaba primero con Dios y se dejaba guiar por El. (1 Samuel 23:2-5) Este es el secreto para poder andar en la voluntad de Dios y agradar Su corazón.

La Biblia nos anima a buscar Su voluntad y vivir sabiamente de acuerdo a ella:

"No se conformen a este siglo, sino sea renovado vuestro entendimiento para que puedan llegar a conocer cuál es la voluntad de Dios, agradable y perfecta." (Romanos 12:2)

"No vivan el tiempo que resta según sus propios deseos, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios." (1 Pedro 4:2)

"Aprovechen bien el tiempo, porque los días son malos. No sean insensatos, sino entendidos de cuál es la voluntad del Señor." (Efesios 5:16-17)

El Señor revela Su voluntad a quienes buscan conocerla y desean obedecerla.
Tengamos presente Su consejo y dirección para todos nuestros caminos...

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