DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

21 de marzo de 2010

Nuestra lectura de hoy, domingo 21 de marzo

1 Samuel, capítulos 2 al 4

El hombre que teme a Dios, se aparta del mal.
(Proverbios 16:6)
Perseveremos en el temor de Dios todo el tiempo,
para que nuestra esperanza no sea cortada.
(Proverbios 23:17-18)
Temer a Dios no es tenerle miedo, sino obedecerle y honrar Su nombre. Los hombres y mujeres que realmente temen a Dios, obedecen Su Palabra y se apartan del mal.

Los hijos de Elí, Ofni y Finees, eran sacerdotes de Israel. Ellos servían en el templo y participaban en todas las tareas sagradas; sin embargo, dice la Biblia que no conocían a Dios. (1 Samuel 2:12) Cometían actos inmorales, trataban con liviandad y desprecio las cosas sagradas, hacían abuso de su autoridad espiritual aprovechándose del pueblo.(1Samuel 2:17, 30)
Ejercían su liderazgo sin temor de Dios, porque no le conocían en verdad.

Nuestro conocimiento de Dios no se mide por el cargo que tenemos en la iglesia, ni por la cantidad de reuniones a las que asistimos, o la cantidad de actividades eclesiásticas en las que nos involucramos...
Podemos tener un cargo dentro de la iglesia, podemos ser líderes y autoridades dentro del pueblo de Dios... y aún así no conocer realmente a nuestro Señor...

El conocimiento de Dios se manifiesta en nuestra obediencia a El.
Quien conoce a Dios, ama a su hermano y no se abusa del débil.
Quien conoce a Dios, teme Su nombre y vive en santidad.

El Señor busca hombres y mujeres fieles, que vivan y actúen conforme a Su corazón y a Su alma. (1Samuel 2:35)

No hay comentarios:

Publicar un comentario