Ya no necesitamos hacer sacrificios para acercarnos a Dios... (Exodo 29:38-46)
Porque Jesús llevó nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores... fue herido por nuestras rebeliones, golpeado por nuestros pecados... El castigo que sufrió en nuestro lugar nos trajo la paz, y por Su llaga fuimos nosotros curados...
Todos nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; pero el Señor cargó en El el pecado de todos nosotros...
Lo llevaron como cordero al matadero, se lo llevaron injustamente, y El se quedó callado... Se entregó a la muerte y fue contado entre los malvados, cuando en realidad estaba cargando con los pecados de muchos para que ellos fueran perdonados... (Isaías 53:4-7,12)
El es el Cordero de Dios
que quita el pecado del mundo...
(Juan 1:29)
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