DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

14 de enero de 2011

Nuestra lectura de hoy, viernes 14 de enero

Hebreos, capítulos 2 al 4

Que no haya en ninguno de nosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo. Al contrario, animémonos a perseverar para que
ninguno de nosotros se endurezca por el engaño del pecado.
Para tener parte con Cristo, debemos retener firme hasta el fin, nuestra confianza del principio. (Hebreos 3:12-14)

Es con paciencia, con perseverancia, con confianza en Su Palabra que llegaremos al final de la carrera sin perder la fe. Volvamos nuestro corazón cada día a nuestro Señor para que no se distancie de El, cargándose de pecado; necesitamos acudir día a día a Su presencia para ser lavados con Su sangre, y para alimentar la comunión con nuestro Padre.

"Es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos..." (Hebreos 2:1)

No descuidemos una salvación tan grande!

No hay comentarios:

Publicar un comentario