DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

26 de noviembre de 2010

Nuestra lectura de hoy, viernes 26 de noviembre

Lucas, capítulos 15 al 17

Si tu hermano peca, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo. Aun si peca contra ti siete veces en un día, y siete veces regresa a decirte 'Me arrepiento', perdónalo. (Lucas 17:3-4)

De la misma manera en que el Señor tiene misericordia con nosotros y nos extiende Su perdón cada vez que pecamos contra El, así nosotros debemos ser misericordiosos y perdonar también a quienes nos hacen mal.

Dios no puede perdonar nuestros pecados si tenemos rencores, ofensas, o resentimientos contra alguien.

Un corazón que ama, perdona.
Si tengo muchos dones, pero me falta amor para perdonar... aun me falta todo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario