DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

15 de octubre de 2010

Nuestra lectura de hoy, viernes 15 de octubre

Daniel, capítulo 12
Oseas, capítulos 1 y 2

El Señor le reveló a Daniel el tiempo del fin:
'Será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces...
Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.
La ciencia se aumentará.
Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán.' (Daniel 12:1-13)

También Jesús habló sobre las señales antes de Su venida:
Oirán de guerras y rumores de guerras; no se turben, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares...
Se levantarán muchos falsos profetas, y engañarán a mucha gente con grandes señales y prodigios, aun a los escogidos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Más el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
Estén preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no piensan.
Bienaventurado aquel que cuando el Señor venga lo encuentre fiel. (Mateo 24 y 25)

Perseveremos cada día hermanos, no descuidemos nuestra salvación. No nos dejemos engañar con falsas exposiciones del evangelio que no hablan sobre el arrepentimiento, la cruz, y la santidad con que debemos conducirnos... Tengamos cuidado, escudriñemos la Palabra de Dios, meditemos en ella para no ser confundidos. Que nuestro amor no se enfríe durante la espera...
El Señor volverá por Su iglesia como nos ha prometido!! Tengamos valor y no perdamos la fe.

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