DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

18 de septiembre de 2010

Nuestra lectura de hoy, sábado18 de septiembre

Jeremías, capítulos 36 al 38

Jeremías, cuyo nombre significa: 'Jehová levanta', fue llamado por Dios para advertir y exhortar al pueblo. Sin embargo, las palabras que habló de parte del Señor nunca fueron bien recibidas, y por causa de ellas fue azotado, perseguido, difamado, puesto en prisión... anduvo siempre solo e incomprendido.
Finalmente lo arrojaron a una cisterna vacía llena de lodo, y allí se hundió Jeremías. Pero El había aprendido a confiar en el Señor en cualquier circunstancia que le tocara vivir. Y aún desde el pozo profundo esperó Su salvación y El lo levantó de allí.
El Señor 'levanta' a los que esperan con paciencia Su intervención salvadora.
Si nuestra fe está puesta sobre la roca, las adversidades no podrán hacernos claudicar de seguir sirviendo y caminando en pos de nuestro Señor y Salvador. El renueva Su fidelidad y Su bondad sobre nuestras vidas cada mañana. Y estará a nuestro lado en cada pozo de la vida para levantarnos. Esperemos con paciencia su liberación!

"Pacientemente esperé al Señor, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca un canto nuevo, alabanza a nuestro Dios." (Salmo 40:1-3)

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