• Jeremías, capítulos 39 al 41
Por medio de un hombre llamado Ebed Melec, el Señor rescató a Jeremías del pozo con lodo en el que había sido arrojado. Este funcionario de la casa real intercedió delante del monarca a favor de la vida del profeta, y el rey escuchó su petición y le permitió sacarlo de allí.
Mientras todos actuaban buscando el mal y la destrucción de Jeremías, sólo Ebed Melec actuó con misericordia y temor de Dios. Y por esa actitud, Dios guardó su vida y le mostró Su misericordia por el resto de sus días. (Jeremías 39:16-18)
"Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia." (Mateo 5:7)
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DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas. Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas. Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21
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