DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

27 de agosto de 2010

Nuestra lectura de hoy, viernes 27 de agosto

Isaías, capítulos 36 al 38

¿Qué haremos con los problemas que nos preocupan, con cada carga que nos agobia, con las situaciones difíciles que llegan a nuestra vida y prueban nuestra fe?

Llevémoslos ante el Señor, expongamos ante Su presencia todo lo que nos perturba y esperemos confiadamente en El. Si le damos lugar a Dios en nuestras vidas, El obrará a Su tiempo y según su voluntad para salvarnos.
Que nuestro corazón siga adorándole en medio de toda circunstancia. Que nuestros labios sigan alabando y bendiciendo Su nombre mientras esperamos Su liberación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario