DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

26 de julio de 2010

Nuestra lectura de hoy, lunes 26 de julio

Salmos, capítulos 141 al 143

Hazme saber el camino por donde debo andar, porque a ti he elevado mi alma. En ti he puesto mi confianza. Enséñame a hacer tu voluntad, porque Tú eres mi Dios. ¡Que tu buen Espíritu me guíe por caminos rectos! (Salmo 143:8-10)

"Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestras almas." (Jeremías 6:16)

El buen camino es Cristo; para seguirle es necesario negarnos a nosotros mismos y tomar nuestra cruz cada día...
Hay caminos de autoayuda y autosuperación, caminos para alcanzar prosperidad, caminos que nos animan a lograr nuestros sueños... Hay tantos caminos! pero uno sólo nos conduce al Padre: Cristo; y seguirle a El requiere buscar Su voluntad antes que la nuestra, morir a nosotros mismos, y aprender a confiar y esperar en El: en Sus tiempos, en Su provisión, en Sus planes, en Su salvación... Es un camino angosto, con diversas pruebas y aflicciones, que no es elegido por muchos... pero los que se aventuran a andar por él encontrarán verdadera paz y reposo para sus almas, y la asistencia silenciosa y profunda del Espíritu Santo en sus vidas. Y al acabarlo con paciencia y fe... verán el rostro de Dios y vivirán por siempre en Su reino!!

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