DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

20 de junio de 2010

Nuestra lectura de hoy, domingo 20 de junio

Salmos, capítulos 33 al 35

Que nuestra alma espere al Señor, El es nuestra ayuda y nuestro escudo. Nuestra alma bendiga el nombre de nuestro Dios en todo tiempo; aún en medio de las pruebas haya siempre alabanza en nuestros labios para Aquél que es digno de todo nuestro amor y adoración!
Los que amamos al Señor, engrandezcamos y exaltemos Su nombre. Hemos buscado a Jehová, y El nos ha escuchado, y nos ha librado de nuestros temores. Le hemos mirado, y El ha alumbrado nuestras vidas. Su angel acampa a nuestro alrededor y nos defiende. Qué dichosos son todos los que confían en el Señor! Que nuestra gloria sea conocerle y temer Su nombre.

Los que no le conocen todavía, acérquense a Cristo y comprueben qué bueno es. En Su nombre hay fortaleza, esperanza, hay paz, refugio, y perdón para nuestras almas. Y aunque sean muchas las aflicciones del cristiano, clamará al Señor y El lo escuchará.

¡Alégrense en el Señor, los que confían en Su salvación. Es hermoso todo lo que El ha hecho a favor nuestro. ¿Quién hay como nuestro Dios? Su fidelidad es para siempre!!

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