DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

11 de mayo de 2010

Nuestra lectura de hoy, martes 11 de mayo

2 Crónicas, capítulos 24 al 26

Uzías fue otro rey de Judá.

E hizo lo recto ante los ojos del Señor... Y persistió en buscar a Dios; y su fama se extendió lejos y su reino se hizo poderoso.
Pero cuando ya era fuerte, el corazón de Uzías se enalteció para su ruina y se rebeló contra el Señor su Dios. (2 Crónicas 26:4-5, 15-16)

Tuvo un buen comienzo: buscando a Dios, perseverando en Su voluntad, haciendo lo que era recto, venciendo con la ayuda de Dios a sus enemigos... pero el orgullo encontró cabida en su corazón y fue creciendo dentro de él hasta arruinarlo todo. Y su final fue triste: el Señor lo hirió con lepra hasta el día de su muerte.

Cuánto daño nos hace la soberbia y cómo nos aleja de Dios...
"Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes." (Santiago 4:6)
"El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido." (Mateo 23:12)

Nunca tomemos para nosotros la gloria que sólo le corresponde a Dios, no permitamos que los hombres nos exalten, guardemos nuestro corazón humillado cada día delante de Dios para no ser resistidos por El.

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