DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

15 de abril de 2010

Nuestra lectura de hoy, jueves 15 de abril

1 Reyes, capítulo 22
2 Reyes, capítulos 1 y 2

¿Cuántas cosas hemos emprendido sin consultar primero la voluntad del Señor? (1 Reyes 22:5)

Cuánto tiempo hemos andado enamorados de nuestros caminos, de nuestros planes, sueños, anhelos... corriendo detrás de ellos, queriendo alcanzarlos... y olvidando ponerlos primero delante de Dios para averiguar si son agradables a El y si concuerdan con Su voluntad...?
Estamos dispuestos a renunciar a todo aquello, para permitir que el Señor lleve a cabo Sus propósitos en nuestras vidas...?

El rey Acab perdió su vida aferrado a sus planes... Su corazón caprichoso y su voluntad obstinada nunca se doblegaron delante de Dios. (1 Reyes 22)
Que no sea este también nuestro final...

Tal vez has perdido el 'primer amor' que tuviste una vez hacia Dios, y por eso ya no estás tan interesado en hacer Su voluntad... Si es esta tu condición, vuelve tu corazón hacia Dios, rinde tu vida con todos tus deseos delante de El y busca Sus caminos.

Rindámonos por completo al Señor, busquemos agradar Su corazón!

"Enséñanos, Señor, tu camino, para que lo sigamos fielmente. Y afirma nuestro corazón para que tema tu nombre." (Salmo 86:11)

No hay comentarios:

Publicar un comentario