DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

18 de abril de 2010

Nuestra lectura de hoy, domingo 18 de abril

2 Reyes, capítulos 9 al 11

"Jehú no se preocupó por obedecer de todo corazón los mandatos del Señor, ni se apartó de los pecados de Jeroboam, el que había hecho pecar a Israel." (2 Reyes 10:31)


El pecado de Jeroboam fue la idolatría, él indujo al pueblo a adorar al Señor sirviéndose de ídolos para representarlo.
Instauró su propia forma de dar culto a Dios, sin tomar en cuenta la manera en que El quería que se hiciera. Por medio de Moisés, Dios les había enseñado:

"No tendrás dioses ajenos delante de mí.
No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que esté arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
No te inclinarás a ellas ni las servirás; porque yo soy Jehová tu Dios." (Deuteronomio 5:7-9)

Jeroboam no hizo ídolos para adorar a otros dioses, él hizo imágenes para dar culto al Señor, sin embargo esto fue despreciable ante los ojos de Dios.
El pecado de Jeroboam fue de tropiezo también para los reyes que vinieron después de él y para todo el pueblo de Israel porque desvirtuaron su adoración a Dios y luego le abandonaron siguiendo y dando culto a otros dioses.

La manera de acercarnos a Dios es sólo a través de Jesucristo, no hay otro mediador. Y le adoramos por lo que nos ha sido revelado de Su persona a través de Su Palabra y de Su Espíritu Santo. Ninguna imagen es util para reverenciar Su nombre; y fuera de El, ninguna otra cosa, ni imagen, ni escultura o estatua, merece nuestra adoración, contemplación, reverencia o que nos inclinemos delante de ellas.

Hay maneras de adorar y acercarnos a Dios, que fueron instauradas por los hombres y han sido de tropiezo para la iglesia porque no corresponden con lo que enseña la Palabra de Dios.

"Los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren." (Juan 4:24)

No hay comentarios:

Publicar un comentario