DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

19 de abril de 2010

Nuestra lectura de hoy, lunes 19 de abril

2 Reyes, capítulos 12 al 14

"...Oró en presencia del Señor, y el Señor lo oyó y atendió su oración." (Reyes 13:4)

El Señor está esperando que acudamos a El para salvarnos. Su oído está pronto a escuchar nuestra oración.
Pero si no acudimos a El, cómo podrá intervenir a nuestro favor?

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