DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

6 de marzo de 2010

Nuestra lectura de hoy, sábado 6 de marzo

Josué, capítulos 6 al 8

"El que sabe hacer lo bueno y no lo hace, comete pecado."
(Santiago 4:17)

Nuestra desobediencia a Dios voluntaria y conciente, nos vuelve vulnerables a los ataques del enemigo, convirtiéndonos en presas fáciles para él.

Acán, por la codicia de su corazón, desobedeció las instrucciones dadas por Dios al pueblo. (Josué 6:18, 7:20-21)
Y los israelitas fueron derrotados por sus enemigos.

El pecado nos debilita...

"Despojémonos de todo peso y del pecado que nos enreda..." (Hebreos 12.1)

porque...

"Nuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.
Resistámosle firmes en la fe, sabiendo que en todas partes del mundo nuestros hermanos están sufriendo las mismas cosas." (1 Pedro 5:8)

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