DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

13 de febrero de 2010

Nuestra lectura de hoy, sábado 13 de febrero

Números, capítulos 13 al 15

Cuando no creemos las promesas del Señor nos desanimamos, el temor se apodera de nosotros, y podemos llegar a rebelarnos contra Su voluntad.

No temamos; si contamos con el Señor de nuestro lado, Su ayuda nos basta para enfrentar los problemas por más grandes y terribles que parezcan. (Números 13:27-30)

La desobediencia y la incredulidad nos impedirán ver el cumplimiento de Sus promesas...
Los que dudan dan vueltas como errantes, sin llegar a ningún lado... Podemos terminar sin rumbo si nos oponemos a la voluntad de Dios para nuestras vidas. (Números 14:27-30)

Si nos equivocamos, es preferible humillarnos y quedarnos quietos antes que intentar actuar y avanzar sin el respaldo del Señor... porque seremos derrotados... (Números 14:39-45)

La rebeldía trae derrota y la desobediencia, muerte espiritual. Los rebeldes serán avergonzados.

Dios sigue Su obra con los que le creen, como hizo con Josué y Caleb...
Dios honra a quienes confían en El... (Números 14:24,30)

No hay comentarios:

Publicar un comentario