DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

29 de octubre de 2010

Nuestra lectura de hoy, viernes 29 de octubre

Habacuc, capítulos 1 al 3

Esta es la parte final de una oración de confianza en el Señor, hecha por el profeta Habacuc:

"Estaré quieto en el día de la angustia...
Aunque la higuera no florezca,
ni en las vides haya frutos,
aunque falte el producto del olivo,
y los labradores no den mantenimiento,
y las ovejas sean quitadas de la majada,
y no haya vaca en los corrales;
con todo, yo me alegraré en Jehová,
y me gozaré en el Dios de mi salvación.
Jehová el Señor es mi fortaleza,
el cual hace mis pies como de ciervas,
y en mis alturas me hace andar."
(Habacuc 3:16-19)

Bendigamos al Señor aunque las cosas no vayan como esperamos.
Alabemos Su nombre en todo tiempo, y aunque no veamos el fruto de nuestro trabajo.
Alegrémonos en nuestro Dios en medio de cada prueba porque El es quien renueva nuestras fuerzas.
No miremos las circunstancias, miremos a Cristo. Miremos a quien es fiel! Podemos confiar en Su amor y en Su salvación.

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