DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

28 de octubre de 2010

Nuestra lectura de hoy, jueves 28 de octubre

Nahum, capítulos 1 al 3

"Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en El confían." (Nahum 1:7)

El Señor conoce a quienes se niegan a tomar las riendas de sus vidas y a confiar en sus propias fuerzas, conoce a quienes se niegan a caminar siguiendo los impulsos de su corazón y sin consultar Su voluntad. El Señor conoce a los que confían en El, y se dejan conducir por Su Espíritu Santo... Y será para ellos fortaleza en medio de la angustia.

Comprobemos que es mejor confiar en El; que Sus fuerzas son mejores que las nuestras y Su dirección es segura. Atravesaremos muchísimas dificultades, pero nunca nos desamparará. El será nuestra fortaleza, nos infundirá aliento y nos confortará. Mirémos al Señor, busquemos Su rostro, caminemos a Su lado.

Retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio; no la perdamos, pues ella tiene gran galardón. (Hebreos 3:6, 10:35)

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