DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

27 de octubre de 2010

Nuestra lectura de hoy, miércoles 27 de octubre

Miqueas, capítulos 5 al 7

¿Con qué me presentaré ante el Señor, para adorar al Dios Altísimo?

Lo que El espera de nosotros es que hagamos justicia, que seamos misericordiosos, y nos humillemos ante nuestro Dios.

Es sabio temer Su nombre y prestarle atención. Miremos al Señor, esperemos al Dios de nuestra salvación; El nos oirá. Aunque nos rodee la oscuridad El es nuestra luz!

Vuélvanse a Dios, El es compasivo y tendrá misericordia de quienes se arrepientan a tiempo. El perdonará la maldad, sepultará las iniquidades y echará en lo profundo del mar todos los pecados de quienes invoquen el nombre de Su amado Hijo para ser salvos.
(Miqueas 6:6, 8 / 7:7-8, 18-19)

No hay comentarios:

Publicar un comentario