DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

22 de octubre de 2010

Nuestra lectura de hoy, viernes 22 de octubre

Amós, capítulos 4 al 6

Busquemos a Dios y viviremos. Busquemos lo bueno, y no lo malo. Aborrezcamos el mal, amemos el bien y practiquemos la justicia. (Amós 5:4, 14-15)

Muchos, aún viendo el juicio de Dios sobre las naciones, no se volverán a El sino que endurecerán su corazón.
Pero los que han limpiado sus vidas en la sangre del Cordero, guarden su fe hasta el fin, para ser hallados fieles el día que Cristo vuelva por Sus redimidos. No nos desanimemos, la recompensa será muchos más grande que todo lo que suframos aquí por agradar al Señor, nuestro Dios.

Busquemos al Señor cada día, y viviremos eternamente con El...

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