DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

21 de octubre de 2010

Nuestra lectura de hoy, jueves 21 de octubre

Amós, capítulos 1 al 3

En los días del profeta AMÓS, el Señor advirtió que vendría destrucción sobre las naciones y sobre Israel por haber pecado contra Dios.

En nuestro tiempo el Señor también nos está advirtiendo de diversas maneras que nos volvamos a El, que Su iglesia se prepare para el día de Su venida y camine en santidad, que nos humillemos y clamemos al único y verdadero Dios y busquemos Su rostro y elevemos nuestros ojos y nuestras manos al Creador del cielo y de la tierra. Prestemos atención a Sus palabras, dejemos de jugar con el pecado. Es en serio Su llamado... Volvámonos a Dios, volvámonos de todo corazón.

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