• Ezequiel, capítulos 36 al 38
El profeta Ezequiel tuvo una visión. El Señor le mostró un valle con muchísimos huesos completamente secos y le hizo entender que así estaba el pueblo de Israel: seco, sin esperanza, y perdido. Pero el Señor le mostró a Ezequiel cómo esos huesos podían cobrar vida nuevamente por Su Espíritu. (Ezequiel 37)
El mismo Señor y Dios que puedo revivir a Su pueblo en ese entonces, es el que puede volver a poner aliento de vida en el corazón de quienes se sienten secos, sin esperanza, perdidos... y muertos espiritualmente.
El Señor dijo:
Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. (Juan 11:25-26)
Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. Y de su interior correrán ríos de agua viva. (Juan 6:35 / 7:38)
Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. (Juan 8:12)
Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. (Juan 10:10)
Aunque estés seco, puedes tener vida y vida abundante si acudes a Cristo; Sus palabras producen vida eterna en el corazón de los que creen.
El es el alimento diario que necesita nuestro espíritu para vivir, y El es la luz que nos da nueva vida para que no andemos más en oscuridad.
◘
DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas. Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas. Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21
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