DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

5 de enero de 2010

Nuestra lectura de hoy, martes 5 de enero

Génesis, capítulos 13 al 15

"...Invocó Abram el nombre de Jehová..." (Génesis 13:4)
Invocar significa: llamar a uno en su auxilio. Apelar, pedir, evocar, llamar, rogar.

¿A quién acudimos en medio de nuestras circunstancias?
¿A quién buscamos para sentirnos seguros?

Invoquemos al Señor, llemémosle a El, refugiémonos en Su nombre; pongamos nuestra confianza en Dios y no seremos defraudados. Volvamos nuestro corazón a El. No temamos, el Señor es un escudo protector para aquellos que le creen y confían en Su nombre. (Génesis 15:1)

1 comentario:

  1. Amèn no dejemos de invocar a Jehovà ,èl siempre nos escucha!

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