DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

24 de octubre de 2010

Nuestra lectura de hoy, domingo 24 de octubre

Abdías, capítulo 1
Jonás, capítulos 1 y 2

No debiste alegrarte de ver a tu hermano en el día de su desgracia, ni debiste alegrarte de verlo en el día de su ruina, ni debiste burlarte de él en el día de su sufrimiento. Lo mismo que hiciste con otros, se hará contigo... (Abdías 12-15)

Aunque sea nuestro enemigo el que haya caído, o esté siendo quebrantado, no nos burlemos, ni se alegre nuestro corazón por su dolor.

"Amen a sus enemigos, bendigan a los que les maldicen, hagan bien a los que los aborrecen, y oren por quienes los maltratan y persiguen." (Mateo 5:44)

No hay comentarios:

Publicar un comentario