DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

13 de julio de 2010

Nuestra lectura de hoy, martes 13 de julio

Salmos, capítulos 102 al 104

"Bendice, alma mía, al Señor, y bendiga todo mi ser Su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de Sus beneficios." (Salmo 103:2)

Animemos a nuestra alma a bendecir al Señor y a recordar todo el bien que El le ha hecho a nuestras vidas...
El es quien perdona nuestras iniquidades, el que sana nuestras dolencias, quien rescata del hoyo nuestras vidas, y nos muestra Su misericordia; con Su Palabra alimenta nuestro espíritu y renueva nuestras fuerzas. Con Su mano nos sostiene y Su sombra es nuestra protección.

Alma mía: ¡Bendice al Señor!

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