DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

30 de mayo de 2010

Nuestra lectura de hoy, domingo 30 de mayo

Job, capítulos 12 al 14

"¿Cuántas iniquidades y pecados tengo yo?

Hazme entender mi transgresión y mi pecado." (Job 13:23)

Nos guste reconocerlo o no, todos somos pecadores...

La Biblia afirma:
"No hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios.
Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno."
(Romanos 3:10-12)


"Por cuanto todos pecaron, están destituidos de la gloria de Dios; siendo justificados gratuitamente por Su gracia, mediante la redención que es en CRISTO JESUS. (Romanos 3:23-24)

No hay justos... pero hay justificados!! Los que hemos creído en Cristo hemos sido hechos justos por la gracia de Dios, y gracias al sacrificio del único que es Justo: Jesucristo.

Cuando nos acercamos a Dios, y Su luz penetra en nuestro corazón... ahí vemos nuestra iniquidad y comprendemos cuánto necesitamos a Cristo como intermediario entre la justicia y santidad de Dios y nuestra naturaleza humana corrompida por el pecado. Ahí comprendemos por qué estamos destituidos de la gloria de Dios!
Pero Su gran amor desea salvarnos... y librarnos del castigo eterno que merecen nuestras rebeliones. Jesús es nuestro Salvador! El es el único camino para reconciliarnos con Dios. El es la Verdad, El es la Vida! La sangre que El derramó en la cruz puede limpiar toda la suciedad de nuestro corazón y borrar todos nuestros pecados!
Acudamos a Cristo, sólo en El hay esperanza para nuestra alma!

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