DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

6 de abril de 2010

Nuestra lectura de hoy, martes 6 de abril

2 Samuel, capítulos 19 al 21

"Amen a sus enemigos, bendigan a quienes los maldicen, hagan bien a los que les aborrecen, y oren por quienes los maltratan." (Mateo 5:44)

Simeí, el mismo que maldijo a David y dio voces contra él humillándolo y despreciándole cuando huía de Absalón, fue el primero en salir a recibirle cuando David recuperó el trono y volvió a Jerusalén. Y se postró delante de David, y reconoció su pecado... y David le perdonó la vida.

Dios es quien nos reivindica!
Perdonemos las ofensas de quines nos han juzgado sin misericordia. Bendigamos a los que nos han deseado el mal. Devolvamos bien a quienes nos han hecho daño...
Este es el evangelio que enseñó Cristo Jesús!

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