DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

16 de enero de 2010

Nuestra lectura de hoy, sábado 16 de enero

Génesis, capítulos 46 al 48

Nuestros ojos ven las circunstancias difíciles que hemos vivido, los tropiezos que tuvimos, los contratiempos que han truncado muchas veces nuestras expectativas; pero Dios ve diferente...
El ve lo que ha logrado hacer en nuestro corazón a través del tiempo y por medio de cada prueba.
No desmayemos; si hemos puesto nuestras vidas en las manos de Dios, confiemos porque El tendrá cuidado de nosotros. Permitamos que El siga formando el carácter de Cristo en nuestro corazón!

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