DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

16 de septiembre de 2010

Nuestra lectura de hoy, jueves 16 de septiembre

Jeremías, capítulos 30 al 32

"Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia." (Jeremías 31:3)

Cuánto nos ama el Señor, y cuánta paciencia nos ha mostrado. El ha retrasado Sus tiempos para darnos más oportunidades a nosotros y prolongar Su misericordia... No desaprovechemos este tiempo de gracia; escapemos de todo aquello que nos contamina, y vivamos de manera santa y piadosa; para que cuando el día de Su promesa llegue, nos encuentre preparados.

"El Señor no retarda su promesa según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento." (2 Pedro 3:9)

Que podamos vivir con la firme determinación de honrar al Señor todos los días de nuestra vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario