DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

9 de junio de 2010

Nuestra lectura de hoy, miércoles 9 de junio

Job, capítulo 41
Salmos, capítulos 1 y 2

Al final, Job reconoció la grandeza y omnipotencia de Dios.

"Conozco que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconda de ti... Hablaba lo que no entendía; de oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven! Yo me arrepiento..." (Job 42:1-6)

Job soportó el tiempo de prueba manteniendo siempre su confianza en el Señor; y en medio de la aflicción, su fe fue purificada y refinada como el oro.

No desmayemos durante las pruebas; aunque el hombre exterior se vaya desgastando, el interior se renueva de día en día.
Las tribulaciones que padecemos en esta vida son pasajeras, pero nos traen como resultado una gloria eterna mucho más grande y abundante.
No miremos solo las cosas que se ven, prestemos atención a lo que no se ve... Porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas... (2Corintios 4:16-18)

Que podamos salir aprobados como Job de cada prueba, y con un conocimiento más profundo de nuestro Señor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario