DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

20 de febrero de 2010

Nuestra lectura de hoy, sábado 20 de febrero

Números, capítulos 34 al 36

El pueblo israelita recibe las últimas indicaciones antes de entrar a Canaán... Están a punto de ver cumplida la promesa que Dios les hizo cuando salieron de Egipto.
Cuarenta años tuvieron que dar vueltas por el desierto, a causa de sus desobediencias...!! Allí, Dios probó sus corazones, puso a prueba su fe, les enseñó cómo vivir... ahora están preparados para tomar posesión de la tierra.

A través del tiempo Dios trabaja en nuestro corazón...

"Qué provecho tiene para el hombre
si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?"
(Marcos 8:36)
"Más vale vencerce uno mismo que conquistar ciudades..."
(Proverbios 16:32)

No hay comentarios:

Publicar un comentario