DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

9 de diciembre de 2010

Nuestra lectura de hoy, jueves 9 de diciembre

Hechos, capítulos 9 al 11

Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia. (Hechos 10:34-35)

Que nuestros corazones se mantengan firmes siguiendo al Señor con fidelidad; que toda nuestra manera de vivir agrade a Dios y glorifique Su nombre.

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