DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

5 de diciembre de 2010

Nuestra lectura de hoy, domingo 5 de diciembre

Juan, capítulos 18 al 20

En la cruz Jesús llevó nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; Su cuerpo fue herido por nuestras rebeliones, y molido por nuestros pecados. Nosotros obtuvimos paz a través de Su padecimiento, y por Su llaga nosotros hemos sido curados.

El fue quebrantado, despreciado y desechado entre los hombres, y Su alma fue afligida en extremo para justificar y redimir a la humanidad hundida en el pecado y perdida entre la oscuridad. (Isaías 53)
Todo el sufrimiento que soportó nuestro Señor, fue para traer salvación a nuestras vidas.
Gracias a Su sacrificio, la cruz ya no es símbolo de muerte y condenación, sino de victoria , esperanza, redención, y vida eterna!!!

Gracias por tu Cruz, amado Salvador, y por la sangre que en ella derramaste para limpiar nuestras almas...

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