DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

3 de septiembre de 2010

Nuestra lectura de hoy, viernes 3 de septiembre

Isaías, capítulos 57 al 59

Vendrá el enemigo como río, más el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él. (Isaías 59:19)


Podemos confiar en el Señor, El sabe cómo librarnos de todos los ataques del maligno.
Son más que vencedores los que se refugian bajo Su bandera y esperan Su salvación.
La victoria es de nuestro Dios sobre toda fuerza del mal.

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