DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

2 de septiembre de 2010

Nuestra lectura de hoy, jueves 2 de septiembre

Isaías, capítulos 54 al 56

El Señor sigue invitando a todos los que tienen sus almas sedientas:
Vengan a beber agua; vengan, y sacien sus almas sin pagar nada.
¿Por qué invierten todo su tiempo y su dinero en los que no satisface? Vengan a Mí, coman del bien, y vivirán.

Que el hombre impío deje su camino, y el perverso sus pensamientos; vuélvanse al Señor, El es misericordioso y amplio en perdonar.
Busquen al Señor ahora que todavía pueden encontrarlo, búsquenle de todo corazón y le encontrarán, y hallarán reposo para sus almas y la vida eterna.

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