DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

6 de agosto de 2010

Nuestra lectura de hoy, viernes 6 de agosto

Proverbios, capítulos 24 al 26

Si el que te aborrece tuviere hambre, dale de comer. Y si tuviere sed, dale de beber.
Si él cayere, no te regocijes; y si tropezare, no se alegre tu corazón. (Proverbios 25:21, 24:17)

Amen a sus enemigos, bendigan a los que los maldicen, hagan bien a los que los odian, y oren por los que les persiguen, para que sean hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
Seamos perfectos como nuestro Padre que está en el cielo es perfecto. (Mateo 5:44-45, 48)

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